miércoles, 8 de marzo de 2023

Si tocan a una, NO respondemos todas

Aquelarre: El feminismo es cuestión de brujas - Diario Digital Femenino

 

¿Han escuchado "Canción sin miedo" de Vivir Quintana? A mi me hace un nudo en la garganta siempre, me encantaría decir que he sido siempre esa mujer que todo lo rompe, me encantaría decir que he sido sorora siempre. O que lo soy hoy. Pero no, no es cierto eso de que si tocan a una respondemos todas,¡ya quisiéramos! Esa frase de que las peores enemigas de una mujer son las mismas mujeres es lo más real y doloroso que nos enseñó la cultura machista. Y finalmente entiendo por qué. 

 Lo más poderoso que he hecho en los últimos años es intencionar mi vínculo con las mujeres que tengo cerca. Y hoy, 2 años después y con amigas que son hermanas, puedo decirles que las tribus de mujeres liberan, sanan, empoderan y brindan crecimiento exponencial a sus miembros.

 Intencionalmente me he alejado de juzgar el camino de los demás (mujeres y hombres) y eso me lo enseñaron ellas. Ellas que no me quitan las vendas de los ojos, pero me sostienen la mano mientras me las voy arrancando. Las que con paciencia se sientan a escuchar y aconsejar desde el amor y no desde el miedo, las que tienen siempre una palabra de apoyo para esa sesión de "venting" laboral y un mensajito de empoderamiento a alguna hora del día. 

 Cuando lo intencionamos en las relaciones correctas, nos convertimos en lugares seguros. ¡Y eso es TAN difícil de encontrar para una mujer! Aprender a ser un lugar seguro para mis chicas me ha abierto la visión relacional con mis familiares, con los hombres a los que puedo llamar amigos y me ha abierto la puerta a una libertad emocional que no sabía que necesitaba. De eso nos privaron cuando nos enseñaron a compararnos, a competir entre nosotras, a tener desconfianza de hacer trabajos y tener líderes mujeres en las empresas, a ver con recelo el cuerpo de las otras y buscar siempre intenciones subliminales cuando las mujeres se llevaban bien con los hombres. 

 Es que las mujeres libres y sororas no solo cambiamos nuestra vida, ¡cambiamos el mundo, carajo! Nos convertimos en personas que entienden que es tan machista decir "ella se lo buscó" como decir "todos los hombres son iguales". Nos convertimos en mujeres comodísimas con los conceptos de que un hombre sienta y llore y que una mujer tenga relaciones sexuales sin sentimientos de por medio. En mujeres que luchan -con igual fervor- por el derecho de los hombres de vivir masculinidades sanas como por el de las mujeres de ser tratadas como seres humanos. 

 Se nos quita el miedo. El miedo de hablar, de movernos, de abrazar, de ir a terapia, de ser sexuales, de escogernos. Se nos quita el miedo de salir, de hablar, de contarle al mundo que tuvimos abortos, que nos divorciamos, que fallamos y que aprendemos de eso. Se nos quita el miedo de renacer. Es que ahora lo entiendo todo: Lo que quemaban cuando quemaban los aquelarres no era a las brujas, era la unión y la libertad en la que vivían. 

 Esa es mi lucha de hoy del #8M y la invitación que quiero hacerles: ¡Hagan aquelarres! Y no, no es que se hagan brujas, es que cuando nos empoderamos juntas hay magia. No juzguen a sus familiares con conceptos machistas, expliquen desde el amor y la empatía. A veces ese amor y esa empatía significan silencio. Escuchen sus historias, introduzcan nuevos temas y abran la narrativa con paciencia. 

Sean siempre del #TeamIncomoditas y no por ustedes, por las personas que aman. Vayan al mundo con palabras de amor y denle gracias a las personas que las felicitan por el día de la Mujer: No todo el mundo ha tenido la dicha de educarse, golpearse y el privilegio de aprender a sanarse como lo hemos tenido nosotras. Que si lo tenemos es porque tuvimos profesoras que nos hablaron, mamás que nos defendieron, papás que nos enseñaron, Gobiernos que nos permitieron educarnos para que hoy finalmente sea nuestro turno educar de vuelta. Si, hay que juzgar el pasado y cuestionar las enseñanzas pero también es necesario honrarlo y agradecer lo que nos toca.

La lucha no es solo salir a la calle, la lucha no es solo marchar. La lucha es en el corazón de cada una, en encontrar lo que te incomoda de "esa mae" y escuchar a tu intuición cuando te dice que en esa mujer que tenés al frente no se confía pero que podés elegir no responder veneno con veneno. Porque si, esa es una opción, tan vieja como la Biblia pero tan vigente como el derecho a decidir. Que hoy sea el día que luchés desde adentro, que te encontrés más libre y que tengás el privilegio de crear Aquelarres. ¡Que nunca parés de crecer! 

A mis brujas: Ustedes saben, las amo. GRACIAS por salvarme la vida 💜 ¡POR TODAS! 💜

1 comentario:

  1. Gaby, como siempre tu perspectiva me abre los ojos en serio. Esas comunidades que se tejen con familia que se escoje son quienes nos dan fuerza, nos afianzan en la vida y nos permiten crecer realmente.

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