Si me decís "Feliz Día de la Mujer", seás hombre o mujer, estás comprometiéndote. Te comprometés a luchar conmigo, a ser mi compañero o mi hermana, a estar a mi lado cuando la injusticia toque mi puerta y cuando me ahogue el machismo.
Te comprometés a eliminar de tu vocabulario palabras como puta, zorra, perra, sobrada o fácil para referirte a una mujer, sea cual sea. Te comprometés a buscar la igualdad en nuestras luchas, aunque con esto signifique que vas a dejar de recibir un beneficio por ello. Me estás diciendo que la sororidad te importa.
Te comprometés a no compartir fotos de mujeres desnudas cuando llegan a tu celular y a ser siempre el/la incómoda que le dice a sus amigos que una mujer que compartió su intimidad no debe ser castigada y no te pertenece. Explicarle a esos que se ríen que ser sexual con un hombre no significa querer ser sexual con miles.
Te comprometés a no usar frases como "el feminismo no es igualdad" o bien "el hembrismo es una equivocación" si nunca has vivido lo que esas mujeres han vivido, si nunca has caminado su camino, si nunca te han negado cosas, derechos, promociones por ser mujer. Te comprometés a no juzgar, a no apuntar, a no señalar, a no dividir. Entendés que el feminismo es unión para lograr una igualdad y que atrincherarse a juzgar es lo que nos llevó a necesitarlo.
Establecés el compromiso de repudiar las noticias que justifican el femicidio con un "crimen pasional". Te volvés un crítico de los tratamientos de las noticias, de los titulares escogidos y entendés por qué la publicidad que sugiere que los hombres "no pueden controlarse con las mujeres por su naturaleza" nos repudian casi tanto como la cosificación de la mujer.
Establecés un pacto en el que te volverás experto en explicar cómo un hombre no ayuda con las tareas de la casa porque es parte de sus obligaciones y cómo las mujeres que trabajan y son mamás no son "desalmadas" que prefieren una carrera sobre sus hijos. Te comprometés a apoyar a aquellas que no quieren tener hijos, a aquellas que quieren quedarse con la dura tarea de ser amas de casa y entendés por qué la educación de los niños es esencial para cambiar el mundo. Sabés que nunca más vas a cuestionar el peso, la forma, la ropa ni el lenguaje de una mujer y mucho menos usarlos para ofenderla o justificar violentaciones contra ella.
Si me decís Feliz Día de la Mujer, es porque entendés mi lucha. Estás diciéndome que sabés que en nuestro país violan mujeres, que en nuestro país se embarazaron 29 niñas menores de 13 años el año pasado y estás en desacuerdo con eso. Me estás diciendo valiente, inteligente y capaz. Me estás diciendo que nunca le vas a decir a una mujer que "fijo está con la regla porque anda insoportable" o que "le hace falta hombre". Me estás diciendo, herman@ y amig@, que me ves como un ser integral que está en el mundo para ser tu compañera, no tu esclava y mucho menos tu porrista.
Si te atrevés, si aceptás, si estás dispuest@ a desaprender: ¡Bienvenido, feminista, a mi lucha!
Excelente reflexión, análisis desde la cotidianidad de la vida de una mujer.
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