Para Navidad mi hermana me regaló un libro bastante escandaloso de Mark Singer titulado El Show de Trump: El perfil de un vendedor de humo (si les gusta la política, se los recomiendo) en el que Singer asegura que aún espera el día en el que pueda enojar tanto a Donald Trump que logre que el mismo lo insulte en los medios, para poder ser Best Seller.
Utilizando el mismo personaje, Javier Aznar resumió muy bien el sentir de los medios ante el gane de Trump en un artículo en la Revista GQ. Todos los medios de comunicación -incluso globales- son en parte responsables de que hoy la silla presidencial de una potencia mundial esté ocupada por un magnate racista, misógino y egocéntrico. Antes de siquiera postularse a la presidencia, Donald generaba tanto tráfico que los medios y las personas continuamente caíamos en su trampa y seguíamos compartiéndole, burlándonos, escandalizándonos: El chiste terminó siendo hacia nosotros.
Y aún con ese ejemplo, en nuestra preciosa Costa Rica, todos hemos visto como un demagogo abogado es cabecera de nuestros diarios al menos una vez a la semana y hoy muchos se burlan de su postulación a la Presidencia pero ya he visto un par de contactos que no dudarían en darle su voto. ¿Y saben qué es lo más triste? Es la estrategia de campaña de muchos.
Desde el que quiere poner orden, hasta el que se monta en un tractor tratan de lograr el mismo resultado: Elaboran mensajes TAN ridículos, tan risibles, tan fuera de alcance que solo que pueden comparar con el "se acabarán las presas" del gobierno de la alegría por el que incluso yo voté. ¡Y logran ser la noticia del día!
No contentos con viralizar a estos personajes que nos hacen tanto daño y podrían llegar al Gobierno de la República, compartimos también a un pianista egocéntrico que utiliza todo su ser y palabras rimbombantes para insultar nuestro país, cultura y hasta el fútbol. Estemos de acuerdo o no con lo que dice, lo comentamos y así le aseguramos una nueva familla de al menos 3 días que es justamente lo que las personas como el buscan. Es una estrategia nueva pero conocida: Al final, como Singer, todos vamos a querer que nos insulte este sujeto en el medio que sea para que nos "aumente la fama". Es tan simple que llega a ser ridículo.
La figura del trol cibernético es tan famosa que en Costa Rica es hasta pagada. Y sin embargo, los periodistas nacionales seguimos alimentando troles que nos roban espacios en televisión, periódicos y hasta blogs nacionales. ¡Y les damos tantísima exposición que un día se postulan para presidente!
¡Dejemos de alimentarlos! No les demos más espacio en nuestros muros de Facebook o hashtags de Twitter, dejemos de mencionar sus nombres para aumentar su Klout. Seamos diferentes, no promovamos lo negativo ni le demos espacio a lo mediocre. A menos que en las próximas elecciones estemos dispuestos a quedarnos tan sorprendidos como hoy lo están muchos estadounidenses sobre a quien llaman Mr. President.
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