domingo, 30 de abril de 2017

¿Y los maes qué?

Hace bastante tiempo quiero escribir esto, movida por un sentimiento diario de que nadie se preocupa por esta población y la discriminación que ellos viven. Y es que, chiquillas, ¿cómo andamos buscando la igualdad, la equidad y la convivencia respetuosa de los géneros si no nos hacemos también esta pregunta a diario?

 Yo soy periodista deportiva y como tal me apasiona el fútbol. Si bien tengo equipos favoritos, siempre que veo un partido suelo "hacerle barra" al equipo que lo esté dando todo en la cancha, sin importar su camiseta. Muchas veces utilicé expresiones como "estás jugando fútbol, no muñecas" y "andá pintáte las uñas mejor" y bueno... después empecé a seguir fútbol femenino. El chiste se contó solo, ¿verdad?. Yo, haciendo comentarios misóginos como si el fútbol no lo jugaran -y muy exitosamente- también mujeres. O bien, como si ser mujer fuera una debilidad. Pero después pensé: ¿Y los maes qué? ¿Cuánta discriminación sufren? ¿Cuántos comentarios y percepciones erradas hay sobre los hombres? ¿Cuánto lesioné al feminismo con mis comentarios?

Cada vez que un hombre apoya al feminismo, se trae abajo barreras que lo discriminan a el mismo. ¿Por qué? Porque el feminismo apoya la igualdad y la equidad, lo que les da la libertad de ser... no sé, ¿buenos padres? Al "macho, varón, masculino" se le enseña que el provee pero no se involucra con la crianza de sus hijos. MENOS jugar con ellos y MUCHO MENOS expresarles amor, doble puntaje si es público. O bien, que son "un niño más" y que tienen derecho a ser parte de la carga emocional, física y espiritual de la "ama de casa".

Cada vez que abogan por el derecho de una mujer a tener un mismo salario, abogan por sí mismos para poder ser parte de fuerzas laborales creativas como la comunicación, el mercadeo y hasta las iniciativas para promover la lealtad y el compromiso de los empleados. Cada vez que yo lucho por una causa feminista, lucho también porque a los hombres se les deje de encasillar como robots incapaces de pensar ante el despliegue de un buen cuerpo y que se dejen atrás ideas retrógradas como que sus despedidas de soltero sólo se puedan dar rodeados de mujeres desnudas en un night club.

Cada vez que escribo en Facebook o en Twitter, expreso también mi dolor ante un "todos los hombres son iguales" o a la terriblemente condescendiente "los hombres siempre van a ser hombres". Los hombres son maravillosos, seres admirables que tienen tanta capacidad como nosotras de decidir cuánta inteligencia desarrollan. No son brutos, no dejan de pensar cuando tienen erecciones, no tienen menos sentido común.

 ¿Ustedes creen que sólo nosotras luchamos con estándares imposibles? Muchachas, a la par de Barbie estaba Ken. O bien, TODOS los super héroes, incluso aquellos cuyo poder se basa en su inteligencia. A nosotras nos TIENE que gustar el rosado y a ellos el azul. A nosotras nos tiene que gustar jugar casita y ellos tienen que ser estrellas de fútbol. Si leen, son unos mariquitas. Si tienen una voz aguda, son mariquitas. Si les preocupa cómo se ven, son unos grandes homosexuales. Porque si, entre los hombres decirse homosexual es LA PEOR de las ofensas.

Nos hemos concentrado tanto en que no nos cosifiquen a las mujeres que nadie se fija en los posts de "los jugadores más guapos del campeonato, del Mundial, del mundo y cuanta cosa se encuentren" en Hola es Lola y algunas otras revistas. En los chats de mujeres no faltan las amigas que mandan fotos provocadoras de hombres e incluso sin ropa, para después andar hablando sobre qué tanto los hombres son unos cerdos por compartir fotos de muchachitas de colegio. ¿Y los maes qué chiquillas, ese que están compartiendo no es TAMBIÉN el hijo de alguna de nosotras?

Ante nuestros ojos, los hombres "populares" salen con poca ropa o bien sin camisa y demás para conseguir seguidoras o bien tienen fotos provocadoras porque ser buenos cantantes, jugadores o cualquier otra profesión/oficio NO ES SUFICIENTE si no son guapos. ¿Prueba? Celso Borges es políglota, graduado universitario y excesivamente inteligente pero en Tiquicia lo hicimos famoso porque un uniforme le quedó pegado y mostraba un pene grande, la famosa Maleta de Celso. Nos hemos preocupado tanto de que no nos ofendan con publicidades misóginas pero la publicidad de los machos de Imperial no nos molestó. ¿Y los maes qué?

Como feministas, mujeres, hermanas, novias, hijas y esposas tenemos la obligación de luchar también por quitar esto de nuestra sociedad. Ellos son seres humanos, como lo somos nosotras y nuestra obligación es luchar por los derechos de todos. Por quitar el concepto del macho, por educar a los hombres en que la masculinidad y el machismo no son uno y que sientan la libertad de vivir su masculinidad en nuestro mundo. Los maes nunca fueron nuestro enemigo chicas, hay muchas cosas machistas y denigrantes que podemos encontrar sobre nuestro género pero... ¿a los maes? Sony les lanzó toda una campaña en el 2007 que incluía un "manual de comportamiento". La que no me crea, ¡escuche el video de abajo! Y de eso, no hubo denuncias hace tan sólo 10 años. O es que no se acuerdan de la famosa imagen "los niños son tontos, tírales piedras": ¿Se imaginan la revolución que hubiera armado si solo lo pasamos a nuestro género? ¿Y los maes...QUÉ?

 Maes: Les prometo hoy y siempre que mi lucha los va incluir, que mi voz se va alzar para ustedes y para su derecho de poder cocinar sin ser exhibido como si fuera un extraterrestre, a jugar con sus hijos sin sentirse menos hombres, a tomar sus responsabilidades en su hogar sin ser alabados o sin escuchar un "gracias por ayudarME",a no ser sexistas, a creer y apoyar en las causas de las mujeres, a quedarse en la casa criando sus hijos y a saberse toda canción hecha por Disney sin tener ninguno. A ser quienes ustedes quieren ser, a exhaltarlos y valorarlos como ese aliado inteligente y capaz con el que vamos desde el principio de la humanidad y por sobre todo de no tener que ser un "Macho que se respeta". ¡Se les quiere!


martes, 4 de abril de 2017

El mejor compa del mundo

Foto por: Luis Alvarado Fotografía.


Mi compa... ¿cómo les explico quién es mi compa? Mi compa ansiaba mi llegada y aún lo hace, es el que me hace reír cuando estoy triste y sabe el punto perfecto hasta el cuál consentirme. Mi compa fue criado conforme a un libro de buenas costumbres y es un caballero como pocos, aunque también se sabe chistes inapropiados buenísimos que cuenta cuando estamos solos y me enseñó a decir "no pasa nada" cuando me caigo.

 Recuerdo dormirme en el regazo de él mientras en su piano emanaba un sonido tan claro como el agua y su pierna marcaba el ritmo pausado y constante que ha definido su vida y la mía. No importa cuánto ruido hubiera, yo siempre escuchaba el quin quin de su son en mi asiento privilegiado. No siempre fuimos los mejores amigos el y yo, pero siempre nos amamos. Nos sacamos de quicio como nadie más sabe hacerlo porque tenemos la misma nariz y el mismo carácter. Y bueno, uno de los dos atributos no es tan bonito.

 Mi compa es bien tenaz, ¡de verdad que se necesita valentía para superar todo lo que el ha superado! Siendo el menor en una familia grande y acostumbrado a una vida excéntrica, la vida le sorprendió con enamoramientos que le salieron caros y amores que no logró corresponder. Enamoradizo y bohemio, ¡mi compa tenía un talento para meterse en problemas! A pesar de todas las bolas curvas que la vida le ha tirado para formarlo, tomó una decisión acertadísima: Antes de conocerme, eligió a la mejor mujer para que fuera mi guía y se postuló para el cargo; aún cuando un día ellos fueran a descubrir que no eran lo mejor para el otro.

 Superó divorcios, separaciones, negocios y malas compañías, pero lo que más le admiro, es cómo se superó a sí mismo a travez de la Ayuda Divina. ¡Qué bien le hizo el amor propio, a mi compa! Con las tonadas de "Cómo Fue", sellamos un pacto de amor inquebrantable y la promesa eterna de nunca dejar de intentarlo. Mi compa es mi compañía de estadios, mi asesor y a veces patrocinador de viajes, mi incansable porrista y hasta un buen ojo para las modas.

 Pero más que eso... Mi compa me enseñó lo que los hombres hacen por amor. Mi papá no estaba listo para ser papá y le costó muchos años estarlo. Ese amor desmedido lo obligó a nunca dejar de trabajar en sí mismo y sé que desde el día que cada una abrió los ojos su felicidad estaba atada a mi hermana y a mi. Nosotros no somos uno de esos cuadros de la familia feliz con un perro, pero sí somos una inspiradora historia de amor. Mi papá decidió ser el mejor papá y el mejor compa del mundo al convertirse en la mejor versión de si mismo. Dejando de lado la cómoda gratificación instantánea, luchó por conseguir sus títulos universitarios y llegar a su edad dorada como un empresario exitoso. Siempre ha sido muy inteligente.

 Con su amor, mi hermana y yo logramos sanar muchos aspectos de ese tiempo en el que "no éramos amigos" y nos convertimos en mejores personas. Mi papá superó todo aquello que le impedía crecer y nos cosió alas a mi hermana y a mi mientras lo hizo. Con las alas, mi hermana y yo también desarrollamos un instinto para leer su lenguaje de amor y a ver dónde estaban los esfuerzos. ¡Papi nos enseñó que el amor se demuestra en todo!

 Talvez la historia no estaría completa sin decir qué tanto amor nos profesa: Papi nos canta, nos llama, nos escribe, nos busca y nos anhela. ¡Es el romance más idílico! Nos da cocazos, nos hace cariño, nos abraza, nos jala las maletas, nos abre las puertas y nos prepara pancakes. Y también, nos impulsa, nos quita los frenos y nos abre los ojos -a veces, a la fuerza- para que logremos ser las mejores versiones de nosotras mismas. Papi nos ha enseñado -junto con mi mamá- que lo que se ama se forja para que sea cada día mejor y que, a veces, el proceso duele. Hoy, en la víspera de sus 57 años, no puedo más que admirar y agradecer públicamente la bendición de quien es mi papá. E instar a todos los papás del mundo a amar siempre a sus hijas, a no rendirse. Las historias de amor entre padres e hijas no acaban nunca, ¡no se rindan! Todos los días se puede crecer, todos los días se puede transformar un llanto en una risa y no todos los papás que se van de la casa tienen que ser "malos papás". Si lo intentan y lo logran, puede que un día se den cuenta que ustedes son para ellas el mejor compa del mundo. ¡Feliz cumpleaños, papá!

lunes, 13 de marzo de 2017

¡Dejemos de alimentar troles!

Para Navidad mi hermana me regaló un libro bastante escandaloso de Mark Singer titulado El Show de Trump: El perfil de un vendedor de humo (si les gusta la política, se los recomiendo) en el que Singer asegura que aún espera el día en el que pueda enojar tanto a Donald Trump que logre que el mismo lo insulte en los medios, para poder ser Best Seller.

Utilizando el mismo personaje, Javier Aznar resumió muy bien el sentir de los medios ante el gane de Trump en un artículo en la Revista GQ. Todos los medios de comunicación -incluso globales- son en parte responsables de que hoy la silla presidencial de una potencia mundial esté ocupada por un magnate racista, misógino y egocéntrico. Antes de siquiera postularse a la presidencia, Donald generaba tanto tráfico que los medios y las personas continuamente caíamos en su trampa y seguíamos compartiéndole, burlándonos, escandalizándonos: El chiste terminó siendo hacia nosotros. 

Y aún con ese ejemplo, en nuestra preciosa Costa Rica, todos hemos visto como un demagogo abogado es cabecera de nuestros diarios al menos una vez a la semana y hoy muchos se burlan de su postulación a la Presidencia pero ya he visto un par de contactos que no dudarían en darle su voto. ¿Y saben qué es lo más triste? Es la estrategia de campaña de muchos. 

Desde el que quiere poner orden, hasta el que se monta en un tractor tratan de lograr el mismo resultado: Elaboran mensajes TAN ridículos, tan risibles, tan fuera de alcance que solo que pueden comparar con el "se acabarán las presas" del gobierno de la alegría por el que incluso yo voté. ¡Y logran ser la noticia del día! 

No contentos con viralizar a estos personajes que nos hacen tanto daño y podrían llegar al Gobierno de la República, compartimos también a un pianista egocéntrico que utiliza todo su ser y palabras rimbombantes para insultar nuestro país, cultura y hasta el fútbol. Estemos de acuerdo o no con lo que dice, lo comentamos y así le aseguramos una nueva familla de al menos 3 días que es justamente lo que las personas como el buscan. Es una estrategia nueva pero conocida: Al final, como Singer, todos vamos a querer que nos insulte este sujeto en el medio que sea para que nos "aumente la fama". Es tan simple que llega a ser ridículo.

La figura del trol cibernético es tan famosa que en Costa Rica es hasta pagada. Y sin embargo, los periodistas nacionales seguimos alimentando troles que nos roban espacios en televisión, periódicos y hasta blogs nacionales. ¡Y les damos tantísima exposición que un día se postulan para presidente! 

¡Dejemos de alimentarlos! No les demos más espacio en nuestros muros de Facebook o hashtags de Twitter, dejemos de mencionar sus nombres para aumentar su Klout. Seamos diferentes, no promovamos lo negativo ni le demos espacio a lo mediocre. A menos que en las próximas elecciones estemos dispuestos a quedarnos tan sorprendidos como hoy lo están muchos estadounidenses sobre a quien llaman Mr. President. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

Si me vas a decir Feliz Día de la Mujer...

Si me decís "Feliz Día de la Mujer", seás hombre o mujer, estás comprometiéndote. Te comprometés a luchar conmigo, a ser mi compañero o mi hermana, a estar a mi lado cuando la injusticia toque mi puerta y cuando me ahogue el machismo. 

Te comprometés a eliminar de tu vocabulario palabras como puta, zorra, perra, sobrada o  fácil para referirte a una mujer, sea cual sea. Te comprometés a buscar la igualdad en nuestras luchas, aunque con esto signifique que vas a dejar de recibir un beneficio por ello. Me estás diciendo que la sororidad te importa. 

Te comprometés a no compartir fotos de mujeres desnudas cuando llegan a tu celular y a ser siempre el/la incómoda que le dice a sus amigos que una mujer que compartió su intimidad no debe ser castigada y no te pertenece. Explicarle a esos que se ríen que ser sexual con un hombre no significa querer ser sexual con miles. 

Te comprometés a no usar frases como "el feminismo no es igualdad" o bien "el hembrismo es una equivocación" si nunca has vivido lo que esas mujeres han vivido, si nunca has caminado su camino, si nunca te han negado cosas, derechos, promociones por ser mujer. Te comprometés a no juzgar, a no apuntar, a no señalar, a no dividir. Entendés que el feminismo es unión para lograr una igualdad y que atrincherarse a juzgar es lo que nos llevó a necesitarlo. 

Establecés el compromiso de repudiar las noticias que justifican el femicidio con un "crimen pasional". Te volvés un crítico de los tratamientos de las noticias, de los titulares escogidos y entendés por qué la publicidad que sugiere que los hombres "no pueden controlarse con las mujeres por su naturaleza" nos repudian casi tanto como la cosificación de la mujer. 

Establecés un pacto en el que te volverás experto en explicar cómo un hombre no ayuda con las tareas de la casa porque es parte de sus obligaciones y cómo las mujeres que trabajan y son mamás no son "desalmadas" que prefieren una carrera sobre sus hijos. Te comprometés a apoyar a aquellas que no quieren tener hijos, a aquellas que quieren quedarse con la dura tarea de ser amas de casa y entendés por qué la educación de los niños es esencial para cambiar el mundo. Sabés que nunca más vas a cuestionar el peso, la forma, la ropa ni el lenguaje de una mujer y mucho menos usarlos para ofenderla o justificar violentaciones contra ella. 

Si me decís Feliz Día de la Mujer, es porque entendés mi lucha. Estás diciéndome que sabés que en nuestro país violan mujeres, que en nuestro país se embarazaron 29 niñas menores de 13 años el año pasado y estás en desacuerdo con eso. Me estás diciendo valiente, inteligente y capaz. Me estás diciendo que nunca le vas a decir a una mujer que "fijo está con la regla porque anda insoportable" o que "le hace falta hombre". Me estás diciendo, herman@ y amig@, que me ves como un ser integral que está en el mundo para ser tu compañera, no tu esclava y mucho menos tu porrista. 

Si te atrevés, si aceptás, si estás dispuest@ a desaprender: ¡Bienvenido, feminista, a mi lucha!