Si, yo también. ¿Pánico, verdad? Mi 2020 empezó con esta buena noticia, y digo buena, porque en escazos 3 meses me ha enseñado mucho acerca de liderazgo, de naturaleza humana y de la innovación que presenta. Mi grupo de trabajo está en el horario de noche/madrugada y consta de 16 personas de las cuales 7 estaban trabajando desde la casa y 11 estaban en el edificio.
Con la emergencia nacional por el COVID-19, mi equipo cambió a una modalidad 100% virtual que estrenamos hace 2 días. En medio de la incertidumbre, la calma de la poquita experiencia (y la mucha que tienen personas de las millones de páginas que leo en Internet) que tengo permitió establecer un plan estatégico rápidamente.
Ante la creciente cantidad de equipos haciendo teletrabajo como consecuencia del COVID-19, me permití escribir una serie de consejos que he aplicado/leído en esas miles de páginas y que hicieron mi transición más fácil y eficiente.
Dejar claras las expectativas: La comunicación es esencial con los equipos de trabajo y lo es a un 200% en un equipo de trabajo remoto. Establecer las reglas de juego respetando las particularidades de la empresa, no sólo es importante sino fundamental para un sano desenvolvimiento. Por ejemplo, en mi equipo no es opcional usar la opción de videollamada cuando hay reuniones ya sean breves o espontáneas. Esto nos permite mantenernos humanos, tener una buena presentación en nuestras horas laborales y mantenernos alerta. Además, como líderes, nos permite estudiar las reacciones de los demás ante una noticia, comentario o tarea que asignemos.
Asegurarse de estar presente: A pesar de no tener presencia física, es imperativo que los miembros del equipo sientan que estás ahí, que sientan que tienen esa red de seguridad para poder seguir haciendo malabares en el aire. Anticipar las necesidades, las preguntas y responder a tiempo son parte de las características inherentes del Teletrabajo. Cuando mi equipo de edificio se pasó a Teletrabajo, yo no estaba ahí para darles las computadoras y hacer ese trámite; pero me aseguré de que tuvieran un documento con los links que más iban a necesitar, les hice videos con las preguntas más comunes y trabajé horas extra para que cada uno durante la instalación supiera que contaba con mi apoyo, no es siempre necesario estar físicamente para estar ahí.
Reinventar la diversión y el espíritu de grupo: Nuestra línea de negocio son Redes Sociales y, consecuentemente, somos ese equipo del que los demás siempre se quejaban en el edificio porque "hacían mucha bulla". Para mantenerlo, cuando la iniciativa de soporte virtual arrancó, empezamos a tener videollamadas casuales en las que hablamos de nada y de todo al mismo tiempo. A través de ellas, fuimos afianzando la confianza de quienes estaban en la casa para sentirse aún parte del equipo y con esto hemos logrado divertirnos y distraernos. ¡Anoche hasta jugamos Stop!
Tecnología para la motivación: Estando en el lugar de trabajo, un par de globos y una tarjeta bastan para un cumpleaños. Pero, ¿cómo firmamos una tarjeta cuando estamos todos en casa? Bueno, herramientas como Kudoboard nos permiten hacer lo mismo y poner incluso links de canciones de Youtube. El ser un líder virtual implica buscar, googlear y no rendirse hasta encontrar esa herramienta que te permita transmitir lo que vos querés. Uber Eats y Glovo son grandes aliados para enviar premios y hasta regalos. ¡El cielo es el límite!
Supervisión vrs. Control: Con un buen sistema de datos y metas establecidas, el control no es necesario. El micro-management es de jefes, no de líderes. Es momento de soltar el control, de que los números nos ayuden a ver quién no sabe manejar la libertad y la independencia; ambas cualidades que se necesitan para el éxito de cualquier puesto de trabajo en la actualidad. Si alguien sólo trabaja cuando lo estás viendo, funciona por miedo y no por compromiso.
Normalizar la incomodidad: Mis primeras reuniones uno a uno con miembros de un equipo presencial, no fueron fáciles. Sobre todo para los introvertidos, estos espacios resultan muchas veces incómodos aún en vivo. Sin embargo, hay que insistir e insistir siempre. La incomodidad le va a dar paso a una normalización con la cual ambos se van a sentir cómodos de compartir conversaciones cómodas así como retadoras.
No saber está bien: Nadie espera que te hagás expert@ en TI de un día para otro, y sí, te van a hacer las preguntas de "mi compu no enciende, no me sirve el VPN, no puedo conectarme" y demás. Está bien no saber, pero hay que establecer el compromiso de averiguarlo hasta tener una respuesta. Así como los miembros de liderazgo a veces somos psicólogos, consultores de finanzas y hasta doctores corazón; esto también lo vamos a aprender a hacer. Tené paz.
Por ahora, estos son los consejos que les traigo. ¿Qué les parece si me dejan en los comentarios más ideas -los líderes remotos que conozca- y voy actualizando la información para tener un manual más completo? En estos días, prometo hablarles de la diferencia entre trabajar desde la casa y trabajar en la casa.
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